Migas a la Butaca... ¿os suena?

Quizás a la gente de hoy en día no les suene eso de "Migas a la Butaca", pero a los que disfrutaban de nuestra playa allá por la década de los 50, 60 y hasta los 70 saben que eso era sinónimo de calidad.

En el peñón de Jolúcar, tan abandonado hoy en día, estaba el chiringuito de don Luis Mota Callejón que supo dar nombre propio a sus migas: "Migas a la butaca", y el secreto no estaba nada más lejos que por su peculiar forma de hacerlas, sentado en su butaca, pero quizás fuese por eso o por el amor que le ponía que esas migas sabían más sabrosas que el resto.

Son muchos los famosos y menos famosos que iban expresamente al chiringuito de Don Luis, con mayúscula, para disfrutar su plato también mayúsculo, las Migas a la butaca.